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Toxoplasmosis y embarazo

Es una de las más importantes zoonosis (una enfermedad que puede transmitirse de animales a personas) en el mundo, pero a pesar de ser extremadamente común, raramente produce enfermedad clínica significativa. 

Sólo es considerada grave en personas con el sistema inmune alterado y en mujeres embarazadas que pueden transmitir la enfermedad al feto.

El gato tiene gran importancia en el ciclo biológico del Toxoplasma por ser el único animal que puede eliminar quistes de Toxoplasma al medio ambiente.

Cuando se eliminan los quistes, pueden llegar a ser infectivos y responsables de problemas en mamíferos, entre los que incluimos al hombre.

La Toxoplasmosis se contrae por ingestión de carne cruda o mal cocinada, embutidos, verduras no tratadas e ingeridas crudas, agua de dudosa procedencia o leche no pasteurizada. El principal riesgo lo tienen personas con alteraciones del sistema inmune, afectadas de enfermedades que disminuyen sus defensas contra las infecciones y las mujeres embarazadas.

En las mujeres que se encuentran embarazadas el Toxoplasma puede provocar abortos y lesiones en el feto. El riesgo y la gravedad de la infección del bebé dependen sobre todo del momento en que la madre contrae la infección. La enfermedad sólo supone un riesgo para este colectivo cuando en las analíticas de rutina realizadas por el ginecólogo al comienzo de la gestación la mujer no presenta anticuerpos inmunizantes frente a Toxoplasma.

Las precauciones a tener en cuenta si una mujer embarazada no tiene gato, son igual de importantes y se refieren al manejo e ingesta de alimento crudo o mal cocinado (albóndigas, hamburguesas, carne picada), verduras en general, agua y leche no pasteurizada. Además debe evitar realizar tareas de jardinería.

DIAGNOSTICO

Si una mujer se queda embarazada y tiene gato/os en su domicilio debe acudir a su ginecólogo que le informará en el campo de la Salud Humana. 

También debe acudir al Veterinario el cual le informará de lo que es la enfermedad y las precauciones a tener en cuenta tanto con el gato como con ella misma.

TRATAMIENTO

En lo referente al gato, tener la precaución de cambiar la bandeja donde el gato orina y defeca al menos una vez al día, además de lavar la bandeja con amoniaco y agua caliente (la temperatura debe ser superior a los de 65,5º) y que esa tarea no la realice la embarazada. Si la mujer tiene gato y éste le lame o le araña no va a transmitirle la enfermedad.

El perro no puede ser trasmisor de Toxoplasmosis y raramente puede padecer la enfermedad.

Hay que saber que no es necesario deshacernos de nuestro gato. Con un análisis de sangre se puede saber si el gato tiene Toxoplasmosis en ese momento y en caso afirmativo la enfermedad tiene tratamiento. Si que es importante, muy importante, extremar y realizar todas las medidas higiénico-sanitarias que hemos mencionado.

Es fundamental concienciar de que de todas las formas a través de las cuales se puede contraer la Toxoplasmosis, el gato casero es la más improbable.

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